miércoles, marzo 14, 2007

Cómo son las cosas

Cómo una sonrisa de un desconocido te puede alegrar el día.
Cómo una canción te puede transportar a un mundo mágico. Tan solo escucharla te vas envolviendo en su aroma, en su ritmo y en su letra. Sólo existes tú y la melodía de fondo. Como si estuvieras dentro de una película, con la mirada perdida, con una coca.cola y un cigarrito.
Cómo un comentario inapropiado de tu compañera te puede llegar a joder parte de la tarde. Y te hace sentir mal, pero tienes que callar y tragar, y una se está cansando ya de tragar y callar.
Cómo un detalle de alguien al que a penas conoces, como una simple mirada, un guiño del ojo, o un saludo amistoso puede hacerte sentir la mujer más maravillosa del mundo.
Cómo un chulazo tremendísimo se puede fijar es una estúpida como yo.
Cómo masticar un chiclet y acto seguido comerte un Halls súper mentolado que sabes que va a ser imposible hablar al mismo tiempo, porque puedes sufrir una explosión mentolada que la gente pensará que te habrás fumado un porro de los ojos tan rojos que se te han quedado. Y luego masticar los dos sabores juntos hasta que el caramelo desaparezca y te quede ese sabor a fresa mentolada desgastada.
Cómo un trabajo no te puede enseñar nada nuevo, como es mi caso. Me siento un cero a la izquierda. Me revienta no aprender nada en los trabajos, me gusta saber cosas nuevas, me gusta sentirme motivada, y aquí me estoy apalancando, pero ya sabía que explotaría, y ya lo he hecho. Mientras enviando currículums y aquí lamentándome. Ayyy pobrecita de mi....
Cómo dos chicos tremendísimos, pero gays, son encantadores conmigo, me saludan sin conocerme de nada con dos besos, y diciéndome lo guapa que soy, qué si me he cambiado las gafas tan divinas que llevo, y yo les contesto diciendo que a lo mejor es el pelo que me lo he cortado y por eso me ven diferente, esas cosillas son las que me dan fuerzas para seguir aquí y no mandar el trabajo a hacer puñetas, y gracias a estos chicos que mis tardes ahí, como la de hoy, vaya sobre ruedas y con una sonrisa de oreja a oreja.
Cómo un altísimo chico guapísimo del gym, te da la mano haciéndote una broma, y tú sonríes y por primera vez en tiempo te pones roja, sonríes y bajas la mirada, porque eso se supone que es lo que hacen las princesas.
Cómo en un arranque de mi vagina me veo obligada a irme corriendo al toilete, alguien entra y cierra la luz. No digo nada, solo yo sola y la oscuridad, haciendo pipí e intentando apuntar bien y no mojarme los pantalones (eeeeggsss), y salir a oscuras, experimentando la horrible sensación de no ver nada, y sales con los brazos abiertos guiándote por el servicio e intentando no chocarte con nada, y por fin enciendes la luz, te lavas las manos, te pones el anillo que previamente te lo has sacado para no mojarlo. Apagas la luz y cierras la puerta.
Cómo una simple desconexión del wifi hace que tengas que reiniciar el ordenador 20 mil veces y te entren ganas de dejarlo por imposible.
Cómo .... te haces insistente y por fin puedes escribir el el post de hoy.
Muy buenas noches,
Jones

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