martes, octubre 28, 2008

Lluvia intensa, cielo negro, nubes rojas

Es curioso, pero he estado pensando en como me he desfasado de los inicios de este blog.
Así que a partir de ya voy a tomar el rumbo que jamás tuve que abandonar.
La ciudad está a oscuras y no porque se haya ido la luz, o sea de noche, pero son las 17.31h para ser exactos y entre que está lloviendo y ya de por sí el cielo está oscuro, esto del cambio de hora me ha trastocado un poco.
Sin ir más lejos, ayer, cuando salía del trabajo a las seis en punto de la tarde, y el cielo estaba negro. Me recordó a una peli de zombies, porque a lo lejos de la calle Balmes se abría un claro.. y nosotras que estábamos en la parte más oscura seríamos deboradas por zombies...
Y es que la noche a parte de salir a cenar, a bailar, o al cine, para es sinónimo de miedo. Y salir tan a oscuras, ayer me provocó como un ataque de pánico. Vale, soy muy exagerada, pero tenía un rum-rum en el estómago que casi me hace perder el conocimiento mientras iba en busca del bus.
Sigue lloviendo.
Y solo se me ocurre cantar I singing in the raiiin!!
La llúvia me gusta. Os lo había dicho alguna vez?
Jones

3 comentarios:

Anónimo dijo...

muy bien pequeñita, a mi me molabas más antes. ya sabes a que me refiero por que ahora me molas más que hace unos años. jo jo jo que malo..

beso guapa

O.

Elena dijo...

Tranquila.... Yo creo q soy la persona más cobarde del mundo.... A mí, con la oscuridad, me da la sensación de que vienen los zombies, vampiros, violadores, asesinos en serie... todos juntitos de trás de mí... y a por mí :(

Por cierto, a mí tb m gusta la lluvia.... cdo estoy en mi casa.... q el otro día me calé, y estoy malísima en cama.... pero yo salgo esta noche de Halloween, q las ojeras y la mala cara ya la llevo de serie (y sin maquillaje!)

Besos

Anónimo dijo...

Querida Jones,

Si la lluvia te gusta, sal a mojarte, querida, no lo dudes, aunque sea envuelta en la oscuridad. Y si te acompaña ese atrevido anónimo que escribe aquí, mucho mejor. Ah, los hombres, son la sal de la vida, ¿no te parece?

Incondicionalmente tuya,
Pamela