lunes, noviembre 17, 2008

Tragedia

Creo que he matado a mi cactus que lleva conmigo un año y algo en el trabajo.
Y es que sé que se riega más bien poco, pero el problema ha sido, estoy segura, que cuando lo regaba lo hacía a lo bestia.
Así que lo he ahogado. No hay más.
Está marroncito y arrugado y feo.
Lo tengo que sustituir por uno de su tamaño, espero que la culpable sea yo, y no las ondas radioctivas del ordenador...
La semana pasada me compré uno pequeñito, pero no es el típico cactus con sus púas, es uno de su familia, pero no sé porqué pero no me acaba de caer bien. Y mira que es muy mono pero hay algo que... no me fío de él...
Jooooo he matado a mi cactus.... qué triste...
- Está podrido..
- No está podrido, está..
- Agonizando.
- Pero a lo mejor si no lo riego más... me aguanta un poco más
- Está podrido, y está pobre agonizando, tíralo a la basura
- Nooo... a la basura? más adelante
- Claro cuando esté más podrido. Una muerte lenta y dolorosa y apestosa, no olerá, no?
- No sé...
Pobrecito....
No sé si sustuirlo por un hermano suyo o por una plantita bien mona...
Jones

1 comentario:

Anónimo dijo...

joder Jones, como te atreves?
jajajajaja a la basura.

O.