jueves, diciembre 09, 2010

Centrifuga!






Nunca hubiera pensado que lavar un jersey de lana fuera tan difícil. Hasta que alguien me dijo, centrifuga.


Así que después de dejarlo chorreando un buen rato en la galería, tendido con un barreño de bajo para que no me inundara la estancia, lo pasé a la lavora, y centrifugué.


Una pasada. Estaba alucinada. Había salido casi casi seco, pero preferí dejarlo tendido un día. Ayer me lo puse para ir al cine. Monísimo.


Señores, señoras, cuando laven un jersey de lana, centrifuguen. Un gran invento.




Jones

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